Alice Kinney es una mujer que está pasando por un momento difícil. Se acaba de divorciar y hace lo que suelen hacer las mujeres norteamericanas cuando se separan: se cambia de ciudad.
Junto a sus dos hijas se muda a Los Ángeles, a la ciudad que la vio nacer y justo al poco de mudarse cumple cuarenta años, por lo que decide hacer una fiesta para celebrar que ha llegado a una edad importante.
En la fiesta conoce a tres jóvenes cineastas que no tienen mucho dinero y que le caen bien, por lo que toma una decisión que no se entiende muy bien: se los lleva a vivir a su casa de manera temporal.
La casa se convierte en una locura, más cuando su ex marido vaya a la casa sin avisar y se encuentre con que su ex mujer y sus hijas están conviviendo con tres hombres jóvenes, algo que no le va a gustar demasiado y que dará lugar a situaciones muy divertidas.
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