Pamela y Jeremy son una pareja norteamericana que vive feliz junto a su hija Cassie, aunque ellos ya saben por sus trabajos que la felicidad se puede escapar en un momento.
Ella trabaja como operadora del 911, el teléfono de emergencias de los Estados Unidos, mientras que es oficial de policía, lo que no impide que alguien secuestre a su hija.
El secuestrador se pone en contacto con ellos y les ordena que confundan a la policía. Así, Pamela aprovechará su trabajo para mandar a los policías por toda la ciudad, a zonas muy dispersas.
De que haga lo que le piden depende la vida de su hija, aunque hay algo más. Parece que el secuestro de la niña no se ha producido al azar y que hay algo más detrás, puesto que el secuestrador amenaza a Pamela con una tragedia de enormes proporciones si no sigue sus instrucciones, una tragedia que habría que unir a la muerte de la niña.