Lucas Vidal es un sacerdote que llegó a la Iglesia de una forma un tanto peculiar, después de tener un enorme trauma familiar que lo llevó a decidir que lo mejor era ingresar en la institución católica y hacerse cura.
Dentro de la Iglesia Lucas tiene una misión complicada, ya que se dedica a hacer exorcismos, a luchar cara a cara contra el mal, algo que no es fácil y para lo que no todos los sacerdotes valen.
Los exorcismos no son fáciles, pero hay algunos que son excepcionalmente complicados. A uno de estos se va a enfrentar Lucas, un exorcismo como ningún otro en el que Lucas se da cuenta de que algo terrible está pasando.
En concreto, el exorcismo pone a Lucas cara a cara con el demonio, en una lucha casi a vida o muerte que Lucas no tiene nada claro que vaya a ganar, aunque él no se va a rendir en ningún momento.