Las protagonistas son dos hermanas que tienen una habilidad muy especial, o al menos eso parece en sus actuaciones, pues dicen que pueden comunicarse con los fantasmas, algo que gustaba mucho en la Europa de entreguerras, cuando el espiritismo estaba en su punto álgido.
Ambas actúan en París en los años 30 y parece que se ganan bien la vida con sus actuaciones, pero todo va a cambiar muy rápido para mal de una manera muy inocente, sin idea de hacerles daño.
El cambio se debe a un productor francés que estaba haciendo las primeras películas de cine, que cuando las ve se queda prendado de ellas y quiere hacer una cinta en la que las dos hermanas serán protagonistas.
Su habilidad, supuesta o no, de hablar con los muertos es la que les va a traer los problemas, pues parece que el productor quiere que se muestre en la película, con el consiguiente escándalo en la sociedad de la época.