Shelley vive una vida desenfadada y ligera hasta que es despedida de la Mansión Playboy.
Sin lugar a dónde ir, el destino la conduce al núcleo vital de un grupo de chicas inadaptadas a punto de perder su casa universitaria debido a que no logran atraer nuevos integrantes. Para que ellas alcancen su meta y puedan permanecer en el campus, Shelley debe implementar todos sus trucos de conejita e impartir un curso exprés acerca del maquillaje y la masculinidad.